Ya una vez conté que soy muy de lanzarme sobre la misma piedra cuando me
halagan, y allá voy otra vez.
Hace mucho tiempo que tengo este blog y ya es hora de moverse. Es posible
que pierdas lectores o que gane, no lo sé pero me muevo.
Siempre escucho el tema de la “zona de confort” y desde luego yo estoy
clavada en la mía. La casa, el trabajo, la familia… todo en su sitio. No me
gusta moverme, no me gusta que me muevan y desde luego no me gustan los cambios
que no controlo. cobarde, si… puedes llamarme así, no me ofende, sé
perfectamente que yo en el siglo 13 no habría sido William Wallace.
Yo vivo en una apartamento de alquiler hace 10 años, la dueña quiere que me
vaya y no porque sea mala inquilina, es simplemente porque ya es demasiado. Lo
curioso es que no es ella sola, mis hijos siempre me preguntan que por qué no
nos mudamos como todo el mundo, cuando les digo que como quién me cantan una
lista de gente y me doy cuenta que en efecto, soy inamovible.
Ni que decir del trabajo, me he movido sí, pero cada vez ha sido porque le
he dicho a Ricardo: -dime exactamente qué hacer, decide y dime como procedo. Punto-
él intenta que no, intenta forzarme a
tomar mis propias decisiones, pero tarde o temprano suelta su humilde opinión y
yo voy y ejecuto sin más.
Desde que me fui
del país la comunicación ha encontrado diversos caminos. Empecé por escribir
mails que eran laaargos y descriptivos, casi se podían encuadernar. Se los mandaba a mi mamá a mi tía Mary y a mis
hermanas, ellas me respondían pero jamás esas novelas que yo enviaba, normal
por otro lado, sino sí que publicamos el libro.
Ellas empezaron a
compartir esos mail con amigos y así empezó lo que llaman “hacerse bola”.
De los mail al
blog, no recuerdo bien como empezó ni porqué me metí en esta aventura, seguro
que Ricardo me dijo: -dale- y yo ejecuté.
No me ha ido mal,
no me puedo quejar. Hay gente que se lo toma enserio y se preocupa, otra que se
ríe sin más y otra que cree que estoy hablando de ellos.
El caso es que
llegó la hora, las opciones eran: o cerrarlo o moverme hacia adelante. Como yo
suelo ser muy drástica para estas cosas, me muevo hacia adelante con todo
cambiado. Mi nuevo Blog se llama “Dime tú que no” y te invito a que como te
inscribiste en este (porque te está llegando este exclusivísimo post de inscritos)
te inscribas en el siguiente, y me sigas por Facebook, Instagram y twitter. O también te puedes hacer el loco y pasar de
todo, porque la verdad es que no me voy a enterar!
Pero gracias por
seguirme hasta hoy!
Vivi, ex escribir
y contar, recién Dime tú que no
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